Después fue la llama libertadora, el humo blanco, los perros aullando a la nada... a lo todo. El primer signo de aletear ansioso: pequeño guerrero atraído por el néctar, inmutable. Un libro floreciendo.
Y por último lo primero, dar un paso seguido de otro. Sin vacilar, sin preguntarse por el futuro, por la suerte...
sin sin y un paso tras otro.
sin sin
sin sin
o mejor
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