lunes, 13 de mayo de 2013

Empecinarte en las señales, puede traer a riesgo descifrar el mensaje.
Siempre la primera luz es como un latigazo, el exceso también ciega.
El vacío abierto de un zarpazo en pleno vientre.

A veces la timidez se traduce en un desinterés que ni pretende ser ofensivo.
Y lo doloroso es eso: no pretender ser nada.
                       

2 comentarios:

  1. Esta bueno... el ritmo, las pausas

    no está bueno lo otro, pero mientras esto salgo...

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  2. la señales pueden interpretarse en el error, y es cuando atrpan y dejan huellas sangrando, no pretender nada a veces es un resguardo

    me gustó esta brevedad que entre lo crítico habla...
    y eso es lo que se hace reencontrándose, hablar y es bueno
    besos amiga

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